Manuel Arrevola Frías

Abuelo; te quiero mucho. Un besito y un abrazo.

Tu saber estar, esa educación, esa elegancia y tu discreción son mi referente. Te echo mucho de menos. Os quiero.

Nadie se podía imaginar lo que te estaba pasando, tú, una persona fuerte, con tu vitalidad, estabas soportando una difícil carga con un final conocido, aunque no por ti, eso era lo que más fuerza te daba, y lo que nos hacía a los demás más débiles a tu alrededor, verte así con lo que tú eras.
Era inexplicable la sensación en mí, de impotencia quizás, no me podía explicar por qué a tí, no soy capaz de entenderlo aún y no creo que lo entienda nunca.
Para mí no se ha ido un abuelo, se ha ido un padre, una persona que siempre estuvo ahí, y que siempre estará, los dos os habéis ido pero yo sé que siempre estáis conmigo, con nosotros, siempre vais a estar protegiéndonos, nuestros ángeles de la guarda, aunque no os veamos, pero se produce un sentimiento más fuerte.
Desde 2005 algo falta en mí, y ahora se ha ido otra parte de mí, siempre os llevo conmigo, en mi corazón. Es difícil de explicar pero yo soy la que lo entiendo.
Nunca os podré dar las gracias por todo lo que habéis hecho por nosotros, y por todo lo que habéis luchado, nunca os cansábais de luchar y eso es algo que siempre admiraba. Os envidio por eso, nada más me gustaría que estuvieráis aquí para seguir dándonos fuerzas y compartir la vida con nosotros… Espero reunirme con vosotros allá donde estéis, en un tiempo lejano o cercano, pero algún día.

OS QUIERO