Rosario Márquez Zamora, de 37 años.
(02-06-1973 / 28-05-2011)
Entierro: Lunes 30 de mayo, a las siete de la tarde.
Ceremonia religiosa: Iglesia del Carmen de Alhama de Granada.
Rosario Márquez Zamora, de 37 años.
(02-06-1973 / 28-05-2011)
Entierro: Lunes 30 de mayo, a las siete de la tarde.
Ceremonia religiosa: Iglesia del Carmen de Alhama de Granada.
Hola ROSI: Estas letras, esta conversación, estas palabras me hubieran gustado tenerlas contigo delante de un café o una cerveza. Pero la realidad es la que es y las circunstancias de nuestras vidas son las que fueron y las que son; aunque esto no es ni será excusa para detenerme un ato contigo y compartir unas palabras.
Conocí a tus hermanos, aunque la memoria me juega malas pasadas y todo queda en mis recuerdos como una película velada, con cortes y fallos.
Recuerdo a tu madre, vestida de riguroso luto, la pena y el drama en sus ojos, enjuta, menuda, siempre ágil y nerviosilla cuando los fines de semana ella venia a veros.
Recuerdo vagamente cierta amistad, de la buena, con alguno de tus hermanos.
A veces creo que todo el pasado que vivimos juntos, es solo una ficción, un capricho o desvarío de mi conciencia o de mi maltrecha memoria; pero en cualquier caso, ahora voy a conversar contigo por que se que exististe, compartiste la misma casa que yo, los mismos patios, el paso de las estaciones y todo aquello que nos unía y que nos era común y conocido a todos.
Qué extraña, valiosa, maravillosa, misteriosa y contradictoria a la vez es la vida que nos posee cuando lo único que esta nos asegura es la certera e implacable muerte después de un largo o corto periodo de transito con más o menos gloria o fortuna por este aun más extraño planeta que habitamos y que nos sostiene, cobija y alimenta.
Es en esta tierra en la que jugamos a ser dioses en la que nuestras miserias, frustraciones, sueños, proyectos, alegrías o perspectivas más altas o ruines toman forma, nacen con nosotros y mueren con nosotros.
Quizás por eso la vida, la consciencia de tener vida debería tener doble valor; primero porque es extraña, maravillosa e inexplicable a la vez y después, porque somos conscientes, o deberíamos de serlo, de que algún día esta se acabara, aunque por suerte o desgracia no sabemos cuándo será, ni en qué lugar ni en qué circunstancias.
El pàso del tiempo, cumplir años y a la vez pasar hojas en el calendario es un privilegio del que somos conscientes y del que a veces presumimos con buena fe entre familiares, amigos, cercanos y conocidos. Cumplir años es un regalo que a veces, o la gran mayoría de las veces no apreciamos ni valoramos en toda su dimensión porque estamos despistados y abstraídos e inmersos en la otra realidad; esa realidad que sale en las televisiones, radio, periódicos o que se comenta en la calle.
Solo cuando nos falta el tiempo de verdad, ese tiempo valioso que cuando lo pierdes jamás lo vuelves a recuperar, o este se nos acaba por enfermedad o cualquier otra circunstancia empezamos a valorarlo y a ser conscientes de la importancia del tesoro que tenemos: estamos vivos y tenemos tiempo para hacer y para hacernos a nosotros mismos dándole forma a todo ese proyecto interior que llevamos.
Sumamos años en los que vamos acumulando experiencias, atesorando recuerdos, vivencias, imágenes, sensaciones…que quedan grabadas en nuestra memoria para siempre; es quizás uno de nuestros mayores tesoros junto a la familia, los amigos, la gente cercana…quien las tenga, claro.
Otros desgraciadamente se van, nos dejan antes del ecuador de su vida: quizás se han ido solos, silenciados, ignorados o en la más absoluta indiferencia por parte de la gente de su entorno; en cualquier caso, tu, ROSI, ahora más que nunca estas en el presente y en el recuerdo. Tus hermanos y hermanas de colegio te recuerdan y mientras te recuerden y te tengan en la memoria, jamás pasaras al pasado o al olvido.
Un abrazo ROSI…estés donde estés y con quien estés.
JUAN AGUILA
* Comentario dejado por JUAN AGUILA, hace 13 años, 5 meses, junto con estas flores.