José Ramos Vargas

Querido abuelo;

Podría llamarte padre, abuelo, amigo, consejero, honrado, humilde, confidente, quizás tendría que decirte buena persona, o como yo te decía kiki huesillo, bueno como nos decíamos entre nosotros.

Con lagrimas en los ojos te escribo estas palabras que se que te llegará, aunque todo te lo he dicho a ti durante años. Es curioso que con solo haber compartido 20 años junto a ti, tengo la sensación de que me has enseñado demasiadas cosas, me has enseñado muchos valores, y me has enseñado a vivir y luchar por mis objetivos. Te aseguro que todos los consejos los voy a seguir llevando a cabo. Nunca te vi enfadado, ni una mala cara hacia nadie, siempre restando importancia, incluso a personas que te han podido hacer daño intencionadamente, sin ningún motivo, no tenías malas palabras, ni intención de venganza. Si es que eres un ángel.

Desde pequeño recuerdo siempre juntos, en el campo, en el tractor, con una hoja de olivo en la boca y hablando solo, nos íbamos al cortijo. Tantas noche que he dormido contigo y al lado de la otra mitad de nuestra vida mi ABUELA. Siempre madrugábamos para irnos al cortijo, algunos días cogíamos bellotas o cualquier otra cosa. Los dos comíamos juntos, bien macarrones que nos salían muy buenos ¿te acuerdas? o un huevo cocido que te encantaba con una papilla. La vida te quito precipitadamente una hija que todos queríamos, pero como luchador salimos adelante. Llegaron mis hermanas, tus niñas, junto con mis primas tus 5 nietos que por igual querías.

De unos años aquí por cuestiones de salud vivís con nosotros, tu Trini, mi padre que como a un padre te ha querido y cuidado, mi abuela, mis hermanas y yo. Quizás la mejor decisión fue esa, porque más unidos aun estábamos. También me acuerdo como le dabas de merendar a la abuela, o como paseabas por la puerta o por el pasillo, o bien con tus niñas. La verdad que tus niñas hasta el último día entraban para darte besos verdad? para arroparte, para verte, porque sabían que no estabas bien, con solo 11 años han ayudado mucho, y siguen ayudando a tu Trini.

Solo ha sido un mes pachucho, el 29 nos vinimos a Granada, el médico no daba mucho esperanzas pero como un luchador te recuperaste, unos días duros pero siempre acompañado de tu familia. El viernes despertaste y nos trasladaron a San Rafael, tu preguntabas a Balta y Trini que donde estabas, que que había pasado? A la tarde nos fuimos, y yo a tu lado en la ambulancia, siempre a tu lado, llegamos allí, y estuviste unos días con tus hijos, tus 5 nietos y muchos sobrinos que constantemente preguntaban por ti y te visitaban. Me acuerdo el último día y la última noche que me tocaba a mí por voluntad propia de estar a tu lado, querías irte, al cortijo, con la gallinas, yo te decía abuelo venga estad tranquilo, que ya mañana nos vamos a casa, y te arropaba y te daba tu beso. Que alegría que he compartido todo contigo, tu a mi me has criado de pequeño y yo a ti te lo he devuelto de mayor, el desayuno, el almuerzo, la merienda, la cena las pastillas o cualquier otra cosa he hecho por ti, bueno hemos hecho. Siempre pensando en tu bienestar. El domingo llego el día junto con mi tío, te preparamos para estar listo. Sobre las 2 llegamos a casa tu y yo en la ambulancia, y de nuevo a tu lado. Y claro como no mis hermanas y mi madre impacientes con la mayor sonrisa en la cara te esperaban con los brazos abiertos, llegaba a la casa el pilar más grande.

Recuerdo cuando me decías Francis cuando me vas a dar un pelaillo, por que sé que te gustaba que te lo cortará yo, ya de paso te cortaba las uñas y todo lo que necesitaras.

El viaje a Mallorca, el cortijo, tu tractor, las matanzas, muchos recuerdos y todos buenos me quedan, no será fácil pero seguro nos ayudarás como siempre has hecho. Poco más abuelo, que eres la mejor persona del mundo, que te quiero como tu a mi me querías, que le doy gracias a la vida por poder haber compartido este tiempo a tu lado, que todo lo que he hecho por ti lo volvería a hacer una y mil veces. Gracias abuelo por como has sido, has hecho que nunca te olvidemos, siempre estarás presente en mi, se que tu también te has llevado una parte de mi.

Vuelvo a decir que te quiero te mando un beso de lo que te daba casi a diario abuelo, ay abuelo, mi huesi, mi niño, mi todo. Estoy seguro que estás en el cielo, en el mejor de los sitios, descansa cariño mío, tus 90 años han dejado mucho aquí con nosotros.

Tu nieto.