Julio Redondo Montalbán

Una de las últimas veces que hablamos, me decías que no querías ir al hospital porque cada vez que te ingresaban se te moría un perro de pena, recuerdo como se te rompía la voz diciéndome que Sirkan se había muerto, ahora entiendo porque, es tan grande el vacío que dejas que difícilmente podremos superarlo.

Ahora estas con todos ellos, con los amigos que perdiste antes de tiempo, ahora podrás disfrutar de todos ellos en el sitio que TÚ te has ganado, donde podrás disfrutar como tu querías con ellos.

Es mucho el dolor que nos dejas, pero también es mucha la satisfacción, por saber que ahora, nada ni nadie podrá impedírtelo. Me siento muy orgulloso y feliz de ser una parte de tu familia, de habernos tenido tantas veces el uno al otro, de haber llorado y reído juntos, con eso quiero quedarme, con todos los buenos momentos que la vida nos dio y que por muchos problemas que hubiera, siempre pasábamos un buen rato.

Te doy mil GRACIAS, por ayudarme a conseguir uno de mis sueños, tú me aconsejaste y le echaste sus ratos, hoy gracias a ti cuento, siento y entiendo como querías tanto a tus animales, a veces, ellos son quien más nos entienden y son nuestro mayor apoyo.

Me quedo contento y siento alivio saber que estabas feliz, que te quieren mucho y que te echan mucho de menos, te agradezco enormemente que me dieras la oportunidad de conocer a esa persona tan especial que tenías a tu lado, que en tan poco tiempo me ha demostrado lo que es querer a una persona, por cuidarte como lo ha hecho, por darte todo el cariño que te ha dado y por hacerte tan feliz.
Aprendí de ti mil cosas y tuve tu ayuda tantas veces… Cuando de verdad era necesario, en los momentos difíciles, siempre sabíamos que estábamos ahí y sin decir una palabra entendíamos muchas cosas. Quien te conoce sabia como eras, no tenías nada tuyo, siempre dispuesto a ayudar incluso sin conocer a quien te pedía ayuda, siempre dispuesto a colaborar y sacarle una sonrisa a cualquier niño.

Nunca te quejaste aunque tenías motivos para hacerlo, te mantuviste con buen humor hasta el final, luchaste hasta tu último minuto y siempre mostrando una sonrisa a quien te rodeaba.

Hoy solo me queda darte las gracias, por todo lo que me enseñaste como criador y adiestrador que fue mucho, pero mucho más te doy las gracias por lo que me has enseñado como persona, has sido y seguiras siendo un ejemplo para mí.

Nunca vi tanta gente en una despedida y faltaron muchos, pero son tantos los que te querían que hasta quien no lo hizo fue a despedirte, eso dice todo de ti.

Me quedo contento sabiendo que estas bien, con quien tu querías y tanto te quieren, intentaremos superarlo aunque es muy difícil, pero tú le sonreíste a la vida, yo quiero sonreírle por ti.

Te mando el más fuerte de los abrazos y por aquí tengo a mi mejor amigo que te manda un gran lametón.

Hasta siempre Julio, descansa en paz y se muy feliz para siempre.

Me quedo con esta frase para recordarte…

” La gente mala es infeliz aunque les vaya bien,
la gente buena es feliz, aunque le vaya mal…”

Te desea mucha paz allá donde estés, alguien que quedó admirado por tu forma de enseñar, trabajar y tratar a los malinois.
Te busco en internet, que es donde empezé a seguirte, por tener un mali, y veo la noticia, me he quedado helado.
Descansa en paz MAESTRO. Me hubiera gustado aprender a tu lado.
En mi mente muchos vídeos tuyos en exhibiciones y adiestrando y probando malinois cachorros; para mí eres el JEFE.
RIP Don Julio.