José Sánchez Moreno

Querido Pepe:

Han pasado los años y aquellos de nuestra niñez y juventud, compartidos con tu hermano Jesús y el mío Félix Luis, se han hecho permanentes, más que en nuestras mentes, en nuestros sentimientos.

Fuimos entrañables amigos y ello nos ha servicio para toda la vida, como lo que se siembre bien. Después vino el tiempo de cada uno a hacerse su vida y, de tarde en tarde, cada vez más distanciado ello, nos veíamos y siempre, además de un interés, por saber como nos encontrábamos, había una nota del viejo afecto que volvía a reverdecer.

Y más tarde llegaron esos años en los que nos diluimos y ya cada uno hace su vida y así llega esta triste hora.

Queda, bien lo sabes, para siempre, en alguno de los amigos, de los conocidos, en los propios hermanos que siguen aquí, el recuerdo afectuoso y lleno de cariño de lo que nos unión, lo que pasa es que no sabíamos, hasta llegado el momento, que era para siempre, aunque estuviese medio dormido durante años.

Nuestro pesar a Mercedes y a toda tu familia, comenzando por tus hijos y hermanos, y si ello es así, hasta la Eternidad de correspondernos y estar ahí.

Un abrazo de tu amigo desde la infancia que tantas noches pasamos estudiando juntos de noche los primeros cursos del Bachillerato.

Andrés.

Mercedes, sabes que lo siento de veras. Un abrazo para ti, tus hijos y toda la familia. Pepe fue un amigo y un grande en política aunque no lo reconozcan algunos.