Salvador Cortés Guerrero

Mi más sentido pésame para toda la familia, D.E.P.

Querido Salvador:

Desde nuestros primeros años de la niñez compartimos una sincera amistad llena de afecto. Estuvimos juntos en la escuela de Don Juan, con nuestro inigualable maestro Agustín Molina, en la misma banca cursamos el ingreso y el Primer Curso del Bachillerato Elemental. Y sobre todo ello tu noble forma de ser y tu sentido de la amistad con una sonrisa ancha y clara.

Después yo partí de Alhama y volvía por vacaciones y nos reencontrábamos para echar unos ratos, horas, muy buenas, al igual que las tarde de cuando comenzábamos el bachillerato, a la hora de la merienda en la calle Enciso, en la misma tuya, en el paseo,… con tantos otros buenos e inolvidables amigos.

Cada vez que volvía a Alhama, desde hace ya cincuenta y tantos años, nos dábamos un buen apretón de manos cuando nos veíamos y si encartaba también un abrazo. Fuimos amigos desde siempre y lo seremos hasta siempre. Tú ya, por tu bondad y limpieza de espíritu, estarás en la Eternidad y, sin lugar a dudas, con esa sonrisa contagiosa que tenías para todos que nos llenaba cada vez que te saludábamos o veíamos.

Mi más sincero pésame para todos los tuyos que, sin lugar a dudas, estarán muy tristes, aunque saben tú, sea como sea, estás ya en el mejor lugar que pueda existir para siempre, por afectuoso y entrañable amigo, por buena persona en el mejor sentido de la palabra.

Un fuerte abrazo de tu buen amigo para siempre.

Andrés