Francisco Franco Morales

Querido Paco:
Llegó la hora, no quisimos entrar de lleno en ello, pero vislumbrábamos que no era lejana. Siempre afrontaste todos los reveses mirándole de frente.
Desde que nos conocimos, sobre todo en nuestras charlas de los domingos noche, cuando ya habías dejado a tu novia en su casa y yo ya dispuesto para retornar a Málaga , nos hicimos muy buenos amigos. Tras la boda sin ninguno decir nada nos consideramos y respetamos siempre como primos, como ver cadera familia de corazón más aún que de sangre. Y así ha sido todos estos años, hasta la Eternidad.
Ahora , tras la tristeza en que nos ha hundido la noticia de tu partida a la Otra Orilla, vamos para nuestra Alhama para compartir en lo que podamos nuestro afecto hacia ti con el que sentimos con tu mujer, mi hermana más que prima Ana Mari , a la que tanto quise y quiero, y tus hijos Antonio Luis , Inocencia y Ana, los tres nobles y llenos siempre de cariño para todos y, más aún , para los que saben que los quieren.
Querido primo PACO, descansa de cuanto has sufrido estos últimos años y ya sabes que quedas en nuestros corazones hasta el reencuentro en el que nos volveremos a ver con tantos familiares y seres queridos que se han ido en todas estas últimas décadas.

Abrazos.
Mari Carmen y Andrés

Sentimos el fallecimiento de Paco. Nuestras condolencias para toda la familia. Desde Málaga.

Siento una gran pena por la muerte de primo Paco, ya podrá descansar tras su larga
enfermedad.
Con todas penas vuestro primo Juan Retamero.

Os acompañamos en el sentimiento.
Un abrazo.

Mi más sentido pésame familia.
Un abrazo.

Recordado y apreciado amigo Paco; Mis recuerdos y mis vivencias contigo se trasladan a mis primeros pasos de la pubertad, te veo con la memoria de los años de esa edad temprana con la que compartimos pequeñas reuniones en los billares del Bar Capote, donde tu habilidad para el juego del billar brillaba por encima del resto de amigos, Tu diferencia de edad hizo que siendo amigos, y muy conocidos, nuestra amistad solo se alimentara de esos momentos de juego y de otros casuales. Tu nos has abandonado a los 80 años, yo estoy en los 77 justo la edad de tu hermano Antonio. Desde que abandone Alhama hace 59 años no he vuelto a verte, he sabido de tu vida a través de tus hermanos Juan y Antonio, hoy mirando el apartado de «Ausencias» me he quedado muy sorprendido y muy dolido, no solo por tu marcha sino también por el sufrimiento que te ha infringido tu enfermedad. A tu esposa, a tus hijos, a tus hermanos y demás familiares, mi mas sentido pesame, y como Dios es muy justo, estoy seguro que tendras el lugar que por tu trayectoria noble y bondadosa te corresponde.